¿Qué es la turbinoplastia?

La turbinoplastia es una técnica quirúrgica que se realiza en la nariz. La nariz es un órgano que forma parte esencial del aparato respiratorio; esta se encuentra formada por huesos, cartílagos duros y blandos; al igual que por un revestimiento de mucosa.

Los cornetes, estructuras óseas que se encuentran en el interior de la nariz; se encuentran recubiertos por un tejido delgado y fino. Estos se encargan de humidificar y de calentar el aire que entra a las vías respiratorias.

En algunas personas, los cornetes se encuentran hipertrofiados o engrosados; lo que impide que la respiración se pueda realizar de forma correcta. Es aquí en donde entra la turbinoplastia; ya que esta permite solucionar esta situación.

¿Qué es la turbinoplastia?

Como ya mencioné, la turbinoplastia es una técnica quirúrgica. Esta se realiza para poder corregir los cornetes de la nariz. Más específicamente, los cornetes inferiores; que son los que se suelen engrosar, creando problemas para respirar.

La finalidad de esta técnica es reducir el tamaño de los cornetes; para que de esta manera la obstrucción disminuya. Esta intervención se realiza a través de los orificios nasales; por lo que no se necesita realizar ningún corte que deje una cicatriz externa.

Esta cirugía se suele realizar bajo anestesia local.

¿Cuándo se realiza el procedimiento?

Por la función que realizan, el grosor de los cornetes varía a lo largo del día. El hecho es que, en algunas personas, esta zona se hipertrofia, provocando que el espacio por el que el aire corre se obstruya. Esto es algo que le ocurre comúnmente a las personas que tienen catarros de manera repetida o rinitis alérgica.

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Incluso, esto le puede ocurrir a personas que se encuentren cargando con agentes irritantes o que tienen el sexto nasal desviado.

¿Qué técnicas se emplean en la turbinoplastia?

Lo que la turbinoplastia busca es reducir el tamaño del cornete que puede estar engrosado a nivel del hueso o de la propia mucosa. Por tanto, existen varias técnicas para el abordaje. Se puede resecar el hueso, la mucosa o el cornete al completo, aunque esto último no es recomendado.

Para ello, los médicos utilizan diferentes tecnologías. En primer lugar, la turbinoplastia se puede hacer con láser. También se utiliza electrocauterio, que es un bisturí electrónico que, a partir del calor que irradia, permite cortar y cauterizar los vasos sanguíneos al mismo tiempo, reduciendo el sangrado. Otra opción es la radiofrecuencia.

Efectos secundarios de la turbinoplastia

Esta intervención es muy sencilla, pero no está exenta de riesgos ni de efectos secundarios. Momentos después de realizarla, es normal que haya algo de dolor en la fosa nasal. En algunos casos, se irradia hacia el resto de la cabeza.

Durante las primeras 48 horas, también es muy normal que se vomiten coágulos sanguíneos. Estos se producen porque, durante el procedimiento, la sangre que no se consigue aspirar es tragada por el paciente. Sin embargo, no debes de preocuparte por eso.