Lourdes, de origen venezolano y residente en Paiporta desde hacía cinco años, intentaba escapar de las peligrosas condiciones que rápidamente convirtieron su hogar en una trampa mortal. Al ver cómo el nivel del agua subía dentro de su casa, Lourdes, su esposo Antonio Tarazona, de 59 años, y su hija pequeña decidieron huir hacia un lugar seguro.
A bordo de su automóvil, un Omoda negro, la familia emprendió un viaje de emergencia con la esperanza de refugiarse en casa de la abuela paterna en Valencia. Sin embargo, la crecida los sorprendió en medio del trayecto.
La corriente descontrolada del agua les golpeó, haciéndoles perder el control del vehículo en cuestión de segundos. Antonio logró salir y ayudar a Lourdes y a su hija a subir al techo del automóvil antes de que él mismo fuera arrastrado por el agua.
Desde la distancia, observó cómo su esposa y su bebé permanecían en el techo del coche, pidiendo auxilio mientras la corriente las llevaba. «Lo último que vi fue cómo pedían auxilio desde el coche», recordó con profunda tristeza el esposo de Lourdes, testigo del desgarrador suceso.
Durante estos momentos de angustia, Lourdes logró realizar una llamada de emergencia al 112 y también se contactó con su niñera, Clara Andrés. Con la voz llena de miedo, le pidió que cuidara de sus otros dos hijos, Sofía y Bajix, de 10 y 13 años, quienes se encontraban solos en casa. «Me dijo que intentaría aguantar lo máximo que pudiera por su hija, y que cuidara de sus dos hijos», dijo la niñera.
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Lourdes con su marido y su bebé. | Foto: x.com/ChalsPrezCompartir
«Cuidad de mis hijos»: revelan las últimas palabras de Lourdes, de 34 años, quien murió con su bebé en la inundación de Valencia
Por Guadalupe Campos
31 oct 2024
19:15
La tragedia azotó la localidad valenciana de Paiporta cuando Lourdes María García, de 34 años, y su bebé Angeline de tres meses, perdieron la vida en medio de las inundaciones causadas por una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Este fenómeno meteorológico golpeó con fuerza el sureste de España, dejando devastación a su paso y un saldo de al menos 95 fallecidos en varias regiones afectadas.
Lourdes, de origen venezolano y residente en Paiporta desde hacía cinco años, intentaba escapar de las peligrosas condiciones que rápidamente convirtieron su hogar en una trampa mortal. Al ver cómo el nivel del agua subía dentro de su casa, Lourdes, su esposo Antonio Tarazona, de 59 años, y su hija pequeña decidieron huir hacia un lugar seguro.
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A bordo de su automóvil, un Omoda negro, la familia emprendió un viaje de emergencia con la esperanza de refugiarse en casa de la abuela paterna en Valencia. Sin embargo, la crecida los sorprendió en medio del trayecto.
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La corriente descontrolada del agua les golpeó, haciéndoles perder el control del vehículo en cuestión de segundos. Antonio logró salir y ayudar a Lourdes y a su hija a subir al techo del automóvil antes de que él mismo fuera arrastrado por el agua.
Desde la distancia, observó cómo su esposa y su bebé permanecían en el techo del coche, pidiendo auxilio mientras la corriente las llevaba. «Lo último que vi fue cómo pedían auxilio desde el coche», recordó con profunda tristeza el esposo de Lourdes, testigo del desgarrador suceso.
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Durante estos momentos de angustia, Lourdes logró realizar una llamada de emergencia al 112 y también se contactó con su niñera, Clara Andrés. Con la voz llena de miedo, le pidió que cuidara de sus otros dos hijos, Sofía y Bajix, de 10 y 13 años, quienes se encontraban solos en casa. «Me dijo que intentaría aguantar lo máximo que pudiera por su hija, y que cuidara de sus dos hijos», contó la niñera.
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Casi un día después, una amiga cercana a Lourdes confirmó el trágico desenlace a través de la red social X, informando que tanto Lourdes como su bebé Angeline fueron encontradas sin vida. «Por desgracia nos acaban de confirmar que Lourdes y la bebé han aparecido esta mañana muertas y que, gracias a la difusión, un policía que las había encontrado se ha puesto en contacto con nosotros», posteó la amiga.
Mientras tanto, Antonio, quien fue rescatado y trasladado a un albergue tras sobrevivir a la corriente, todavía asimila la pérdida de su esposa e hija. En su desesperación por saber lo que les había sucedido, pasó la mañana siguiente buscando noticias y tratando de hallar alguna pista sobre su paradero.
La situación en Paiporta era desoladora, con calles y edificios anegados y muchas familias tratando de localizar a sus seres queridos en medio del caos que dejó la DANA.